jueves, 10 de abril de 2008

¿Navego después existo o Navego ergo existo?

Todos los días me levanto y prendo mi lap. Reviso el correo. Voy a Facebook. Luego entro a eltiempo.com, de ahí voy a semana.com. A veces hago una parada en jornada. Después desayuno. Paso más horas conectada a internet que dormida.
A lo largo del día entro muchas más veces a mi correo, a Facebook y a las páginas del tiempo y semana. Los días en que nadie me escribe (como hoy) son tristes. Abro el correo constantemente esperando encontrar algo nuevo (hoy en particular espero la respuesta de mi mejor amigo a un mail que le mandé ayer, alguna noticia de vida de mi ex luego de un mail de cumpleaños donde tal vez dije más cosas de las que debía y noticias acerca de mi proceso de visa). Quisiera decir que estos hábitos son nuevos, producto de vivir lejos de mi país. Pero realmente no lo son. Cuando trabajaba en Gravitas, la agencia de comunicaciones, me acostumbré a revisar las páginas de los medios de comunicación varias veces al día. Y Facebook es un mal vicio. No puedo dejar de entrar. Ver quién publicó nuevas fotos. Quién esta in a relationship. Quién ya no. En qué status esta cada uno.
Héctor Abad Faciolince en su columna de la revista Semana de esta semana (http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=110732), habla de este tema. Y dice qué a él le deberían preguntar, no cuántas horas al día está conectado, sino cuántas horas al día NO está conectado a internet. Yo ando ya en las mismas. Siento que es mi conexión con el mundo. Con Colombia. Con mi familia. Con mis amigos. Con la realidad nacional del país que dejé. Pero también con el resto del planeta. Con los amigos que tengo por ahí regados, con los eventos internacionales. Y por supuesto, con México. El país donde ahora vivo. Hablo con mis amigos chilangos por Messenger. Los veo en las fotos de Facebook. Me opinan en este blog. Les opino en los suyos. Me entero de las noticias a través de las versiones electrónicas de los periódicos mexicanos.


Hoy me pregunto, esto es bueno o malo? Debe calificarse como algo bueno o algo malo? Actualmente estoy haciendo una investigación sobre Facebook. Específicamente los grupos de odio que allí existen. Así que he encontrado una razón académica para pasar horas eternas navegando en internet. Justifico una adicción con la redacción de 50 páginas. Pero empiezo a preocuparme. Ando más paranoica que de costumbre.
Hace unas semanas fui a ver Untraceable. La película trata de un asesino que mata a sus víctimas en vivo y en directo por internet. Entre más personas entren a su página, más rápido se muere la persona. Salí del cine asustada. Pensando que si alguien decidiera hacer algo parecido, el resultado sería el mismo de la película. Millones de personas entrando a ver como alguien se muere. Y es que el internet nos permite eso. Desarrollar nuestro morbo. Darle rienda suelta a nuestro lado oscuro. Ver lo que jamás aceptamos.
Un ejemplo chiquito: de las 200 fotos que tengo publicadas en Flickr, la más vista por mucho tiempo fue una titulada y taggeada como Boot Fetish (fetiche de botas). A pesar de que no tengo casi contactos en esa red y que no puse la foto en muchos grupos de fotos, al día de hoy ha sido vista 512 veces.
Según la página Top Ten Reviews, cada segundo 28,258 usuarios ven pornografía. Cada segundo 372 usuarios de internet teclean palabras relacionadas con el sexo en los buscadores. Cada 39 minutos un nuevo video pornográfico se filma en Estados Unidos. El 42.7% de los usuarios de internet ven porno a través de este medio. Hay 100.000 (yo creo que son más) páginas ofreciendo pornografía infantil ilegal.
Pero no es sólo el porno. En internet uno puede aprender a construir una bomba. Leer tips para volverse anoréxica, para engañar a la esposa y comprar animales en vías de extinción. Publicar videos del ex vomitando, del vecino en el baño y de una celebridad sin maquillaje. Ingresar a grupos que odian a los blancos, a los negros, a los que no son ni blancos ni negros. Chatear con zoofílicos, pedofílicos, necrofílicos, coprofílicos y otros fílicos. Participar en redes terroristas, planificar atentados, apoyar a las guerrillas del mundo y donarles dinero.
Y además de la oportunidad de fomentar todos estos comportamientos y deseos, internet sirve también de manera extraordinariamente eficaz, para perder el tiempo. A diario recibo en mi correo, cadenas de oración, de suerte, mails de chistes, calendarios con hombres en tanga, presentaciones de power point con reflexiones del Dalai Lama, de Garcia Márquez o de cualquier poeta y filósofo frutrado, amenizadas con música de ascensor. Y ni hablar de la cantidad de páginas obsoletas e inútiles. De la cantidad de artículos sin sentido que se leen simplemente porque están a la mano. De los videos de youtube que uno termina viendo, cuando debería estar trabajando, estudiando o simplemente durmiendo.


No digo que esto sea para lo único que sirve el internet. Cientos de personas hoy se conectan y comparten razones para sonreir, para seguir vivos. Se investiga de manera más ágil gracias al internet. Y como hay grupos de odio, hay grupos de apoyo. Existen páginas a favor de la tolerancia, la paz y el libre desarrollo de la personalidad.
De nuevo pregunto: esto es bueno o malo? Hoy quisiera que aquellos de ustedes que hoy me leen, me contaran, cuántas horas pasan en internet? Haciendo qué? El internet es una herramienta para hacernos la vida más útil realmente? O es una herramienta desaprovechada en páginas inútiles, redes sociales y chateos? Sirve para ampliar los horizontes mentales o para profundizar los fetiches, perversiones y comportamientos ilegales? Y cuáles son sus placeres culposos? Cuáles páginas visitan de forma secreta para perder el tiempo?
Para que no digan que yo no respondo mis preguntas, aquí les cuento. Mi página favorita para visitar cuando no quiero pensar y que jamás le había contado a nadie que visitaba, se llama http://smokingsides.com. En esta, dicen qué celebridades fuman en la vida real y muestran fotos de ellas fumando. Por qué me interesa? No sé. De qué me sirve? De nada. Pero ahí estoy, cada tanto, perdiendo mi tiempo.


Mientras he escrito estas líneas, he parado más de 5 veces ha revisar mi correo. He visto que un amigo mío terminó con la novia en Facebook. Reenvié un mensaje para un compañero de la universidad. Y claro, entré en semana, flickr, smokingsides, top ten reviews. Así que de nuevo me pregunto: ¿Navego después existo o Navego ergo existo?

1 comentario:

Mondragonmerino dijo...

La comparación que Abad Faciolince hace de internet con La Biblioteca de Babel no es la primera vez que se hace.

El NYTimes hizo un especial en el que toma parrafos enteros del cuento y analiza lo estremecedoramente proféticos que resultaron. El articulo comienza: ... "Borges might seem an unlikely candidate for Man Who Discovered the Internet"

Artículo completo: http://www.nytimes.com/2008/01/06/books/06cohenintro.html

Shockeante ver una sección de smoking glamour(porqué solo de mujeres? donde me dejan al hombre Marlboro?)

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